No tenía ni idea de que perspectiva iba acoger esta nueva
temporada, pero con este increíble primer capítulo nos introducen perfectamente
a lo que espera ser esta nueva temporada. En la que de algún modo se van a
centrar más en Katherine, al menos mientras Silas la necesite y le van a dar
menos protagonismo a Elena, mientras ella se ocupa con Caroline de sus propios
problemas.
Me encanta la introducción de este capítulo, es genial como
mediante un mensaje de Elena a “Bonnie” se cuentan todo lo que ha estado
pasando. Me encanta la forma en la que Elena afirma que el verano se le ha
pasado volando, sin darse cuenta, como Matt y Becka han hecho ese viaje juntos
y como Matt ya no es tan buen chico. También es genial que algunas cosas nunca
cambien, como Caroline y su manía de organizarlo todo al detalle.
Es muy triste el hecho de que ni Elena ni Caroline ni Damon
sepan de la muerte de Bonnie, y más triste es aun ver como Jeremy tiene que
hacer como si siguiera viva contestando a sus mensajes, mandando postales…
De hecho, sobre el tema de Bonnie, cuando Elena y Caroline
han llegado a la Universidad y se han felicitado a sí mismas, porque no podían
creerse que hubieran conseguido hacer el camino juntas, y aparece Bonnie
sonriendo y diciendo que habían llegado las tres juntas, ahí me da un
escalofrío tremendo. Esa sensación de, esto no puede haber pasado, es solo un
mal sueño. Aunque en algún punto Bonnie me llegó a caer mal, ahora pienso
sinceramente que tanto Caroline como Elena le necesitan. Tiene que volver.
Es muy dulce cuando la madre de Caroline les acompaña hasta
la Universidad y muy entrañable también, ver como su relación ha mejorado, como
se quieren y cuidan mutuamente, y como considera a Elena casi una hija.
La nueva compañera de habitación de Elena y Caroline, es un
caso, o mejor, era. No sé ni qué busca, ni si sabía algo sobre los vampiros,
pero lo que está claro es que el chico que las invita a la fiesta le ha matado.
Y si no estoy muy mal de memoria, juraría que es el que controlaba la ciudad de
Klaus.
Pasando a otros temas, como por ejemplo Katherine de humana.
Es lo más gracioso y patético que he visto, es decir, ella sigue intentando
ponerse de superior, intenta controlar a la gente, y sin embargo, no puede
nunca más. No tiene poderes, es vulnerable y tiene millones de enemigos. Eso
si, su mente sigue funcionando, porque la idea de estrellar el coche es
brillante, si quitamos la parte de que podría haberse matado. Hablando de
Jeremy y ella en el coche, no os se explicar por qué, pero he sentido una unión
entre ellos. ¿Soy la única que ha pensado que ahí va a haber una historia de
amor? Pegan. Y más ahora que Katherine es humana, sería un buen partido.
¿Qué querrán hacer con Matt? Esa es otra de las muchas
preguntas que este capítulo me deja sin responder, pero lo peor es que aquí
tendremos que esperar, quizá sean magos y estén uniendo esta historia con la de
Los Originales.
Lo que más me ha gustado de este capítulo, sin duda alguna,
ha sido ver la desesperación de Damon al creer que Jeremy había muerto, y no
solo por el miedo a que él debía estar cuidándolo, si no porque empieza a
quererlo, quiera o no admitirlo. Creo que Jeremy va a ser el próximo Alarick
para Damon, aunque la relación Dalarick no se pueda comparar con ninguna, ya
que jamás se podrá superar su amistad.
Pero como no, ya están sacando a relucir algunos de los
defectos de Damon, que obviamente se usarán en su contra más adelante, el no
contarle todo a Elena, pero ¿sinceramente? Elena se merece descanso, y aunque
Damon no lo pueda hacer todo solo, tiene a Jeremy y Katherine de suparte, y
espero que cuando Rebecka se entere de lo de Matt vuelva, y ya sean cuatro.
Lo único que realmente he echado en falta a sido a Klaus, lo
peor es que no ha habido ni una sola mención, era como si nunca hubiese
existido, habrá que esperar a ver Los Originales para saber de su vida.
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